La Nación y Clarín
1ra semana de Nov 09
A través de los dos grandes medios de formación de opinión, el diario La Nación y el multimedio corporativo Clarín, el establishment criollo presentó a la sociedad un posible candidato afín a sus intereses para las elecciones presidenciales 2011. En una acción conjunta, comenzaron a delinear la idea que permita instalar entre la población la reconstrucción de un bipartidismo republicano que, alternándose en la funciones de gobierno, garantice la aplicación de un plan económico funcional a los intereses de los capitales más concentrados a nivel mundial. Los ataques hacia la Presidenta por parte de las corporaciones se centraron, nuevamente, en la discusión por la distribución de la riqueza.
El 45º coloquio de IDEA fue el escenario para presentar la pata peronista del gobierno empresarial. El elegido fue el ex senador que ejerció la presidencia, Eduardo Duhalde. El diario La Nación viene reconstruyendo la imagen del caudillo peronista desde hace varios meses. Sólo basta recordar una sucesión de entrevistas, centralmente los domingos, día de mayor tirada de los diarios, o la construcción de tapas en donde las noticias son de carácter catastrófico y Duhalde aparece sonriente como un Mesías parsimonioso, capaz de salvar a la sociedad en su conjunto.
A la par del lanzamiento de su candidato “peronista”, el empresariado multinacional buscó condicionar las acciones de la alianza gobernante. “Lo que se dice aquí es que no hay y no habrá clima de negocios posible, esto es nuevas inversiones, si el Gobierno no revisa por completo sus formas de convivencia democráticas (…) la legitimidad de una democracia no nace sólo en el voto de unas elecciones. No es suficiente ser elegido democráticamente” (La Nación, Suplemento economía, pág. 3, 31/10). “Tengo que disentir con Héctor (Méndez). Es un error básico creer que no es un enemigo común el que tenemos, sino un enemigo nuestro. El Gobierno se esta quedando con la rentabilidad nuestra, con la de ustedes y con la de todas las empresas”, sentenció el presidente de SRA, Hugo Biolcati (La Nación, Suplemento economía, pág. 1, 31/10). “Lejos de pedir por el tipo de cambio o por el régimen laboral, como ocurría en las otras épocas, los empresarios que pasaron por Mar del Plata reclaman reglas de juego, instituciones y consensos”, (La Nación, Suplemento economía, pág. 1, 1/11).
En estas tres citas, extraídas del órgano de difusión de la oligarquía terrateniente, se puede sintetizar la construcción de una idea de gobierno ilegitimo y condicionado que pretende instalar el empresariado nacional. Por otra parte, La Nación profundiza el adoctrinamiento de sus cuadros de conducción, dirigentes sectoriales o gerentes de empresas, al reproducir las palabras del líder de las patronales camperas, Hugo Biolcati. Este, explícitamente, corrige al máximo dirigente de UIA, y no sólo eso, si no que las palabras parecen dirigidas a la totalidad del empresariado (“...se está quedando con la rentabilidad…”). Por último, es clara la definición del capital más concentrado a nivel mundial de retomar las riendas arrebatadas por el kirchnerismo, ya no basta con pedir reivindicaciones sectoriales (“Lejos de pedir por el tipo de cambio…”) empuja a sus dirigentes empresariales, gremiales y partidarios a controlar todo el espectro social.
En la función de agitación que le cabe al diario Clarín en la construcción de la opinión pública, lo más destacado de la semana, en este tema, fue una encuesta realizada entre los Ceos y la recopilación de dichos de los principales dirigentes partidarios funcionales a los intereses foráneos. “Los empresarios creen que será mayor la conflictividad social el año que viene” (Clarín, pág. 20, 1/11). Claro está que Clarín pretende adjudicar ese temor empresarial por las políticas del Gobierno a la totalidad de los encuestados, mostrando las dificultades con las que tendrán que lidiar los ejecutivos de IDEA, y no a la decisión de “un 58% de los ejecutivos que no prevé modificar su plantel. Y de un 57,7% que admite que el año próximo está dispuesto a otorgar aumentos salariales sólo entre un 10 y un 15%”. El gran diario de los empresarios argentinos amplificó la voz destituyente al afirmar, en palabras del dirigente de la Coalición Cívica Adrián Pérez, que “estamos pergeñando una manera de neutralizar el veto presidencial, que es convocar a una consulta popular, en lo que la población pueda expresarse a favor o en contra de un proyecto de ley” (Clarín, pág. 11, 31/10).
¡Balbín y Perón, un solo corazón!
El lanzamiento de la reforma electoral por parte de la Presidenta dio lugar a que el diario La Nación profundizase la instauración de la idea de bipartidismo en la opinión pública que viene armando desde varios meses atrás. La presentación en sociedad, en el coloquio de IDEA, del candidato peronista de modelo agroindustrial fue acompañado por el andamiaje informativo correspondiente para sostener al elegido.
Ahora bien, que Néstor Kirchner se postule en la internas del PJ se presenta, para las corporaciones del capital, como una dificultad a vencer. Nuevamente el desprestigio a candidatos que no respondan al establishment, la deslegitimación de la norma y la caracterización de unilateralidad de las decisiones de gobierno son las espadas que esgrimen los libre pensantes escribas terratenientes. “La reforma del sistema electoral es una vieja aspiración que, con obvios matices, comparten prácticamente todas las fuerzas políticas nacionales. De ahí que el abrupto envió al Congreso de un proyecto de ley del Poder Ejecutivo que no fue consensuado con los partidos políticos provocara el rechazo del arco opositor, máxime si se tiene en cuenta que este proyecto favorece claramente las aspiraciones electorales del ex presidente Néstor Kirchner (…) propone limitaciones a los partidos políticos, prohíbe los gastos de campañas financiados con recursos privados en medios audio visuales y fuertes restricciones a la publicación de encuestas privadas (…). El oficialismo prefiere, otra vez, precipitar los cambios, más urgido por las estratagemas que elucubra Néstor Kirchner para imponer su candidatura al peronismo, que por la salud de la democracia argentina”. (Editorial de La Nación, pág. 28, 31/10).
Un día después de esta columna editorial, el principal ideólogo de liberalismo local, Mariano Grondona, reafirmaría la idea en el mismo sentido. “El método de las elecciones primarias y abiertas debe ser restablecido, pero no con el inconfesado propósito de convertir a Kirchner en el caballo del comisario.” (La Nación, pág. 29, 1/11). La acción para solidificar la idea de bipartidismo no dejó librado al azar quiénes debían se los candidatos. Posicionar a Duhalde, como candidato peronista, no sólo implica desgastar a Kirchner sino que también a Francisco De Narváez y darle un lugar expectante con roles secundarios a otros presidenciables tales como Felipe Solá. “El peronismo disidente en llamas”; “Solá: de Narváez tiene una indefinición total” “Duhalde, eje de las miradas en IDEA”; “Empresarios y opositores creen que la decisión de lanzar su candidatura puede frenar a Kirchner”. (La Nación, pág. 9, 1/11)
Los dados están jugados, todas las fichas al cabezón. En la construcción de la opinión pública, el límite que encuentran las ideas terratenientes son que otro que no sea su candidato pueda sacarles la pata peronista del bipartidismo, especial y esencialmente Néstor Kirchner. Los argumentos que utilizan para desprestigiar la futura ley son los que les permiten a los capitales mundiales volcar para uno u otro lado la elección. La prohibición de gastos de campaña con recursos del establishment no les permitiría poner dinero para instalar su candidato. Especialmente en los medios audiovisuales que cumplen la misión de masificar el mensaje que se pretende imponer. La no publicación de encuestas –habitualmente controladas por los grupos económicos– en los últimos quince días de campaña evitaría el golpe de efecto como herramienta de manipulación ante los votantes que se mantienen indecisos. Las consultoras más confiables afirman que entre un 3% y un 5% de los electores inclinan su decisión por el candidato que marcha primero en las encuestas.
Al entramado eleccionario le falta la pata radical. La diáspora radical en los ’90 hace más difícil recomponer la fuerza partidaria centenaria. La reorganización mediática de la UCR roza límites tragicómicos. Tanto La Nación como Clarín tuvieron que montar un escenario bizarro para instalar el candidato radical con mayores chances para elegido por el capital financiero. Presentaron a su hombre: Julio Cobos, acompañado por Raúl Alfonsín (h), Gerardo Morales y Carlos Mas Vélez, en sociedad ante la ciudadanía frente a la tumba del ex presidente Ricardo Alfonsín. (ver)
La lista de Cristina.
La decisión presidencial de otorgar una asignación universal a los niños fue atacada por las corporaciones mediante la construcción de un imaginario de que los pobres jubilados financiarán a los pobres niños. Desde ya el trabajo consistió en mostrar a los grupos económicos ajenos e inocentes de la problemática de la pobreza. Pero esta vez el principal defensor de la patria sojera, el diario de La Nación, hizo punta y su lugarteniente masificador, Clarín, no lo acompañó del todo.
“Resulta inconcebible que los pobres financien a los pobres y que el Gobierno se resigne una vez más a recurrir a las arcas del Anses, en lugar de reorientar el gasto público con criterio y eficacia”, (La Nación, pág. 28, 1/11). La postura oligárquica es clara. Para poder subsidiar a los pobres hay que generar más pobres, así se debe interpretar el pedido de reorientar el gasto público. La quita de subsidios a empresas que prestan servicios básicos como el transporte, la luz, el gas, etc. les permitiría a las privatizadas aumentar tarifas ilimitadamente hasta satisfacer sus arcas, es un claro ejemplo de reorientación del gasto para los librecambistas criollos. Otras recetas que probaron fue el achicamiento del Estado reduciendo puestos de trabajo a través de la suspensión de obras públicas.
Para Clarín, que representa otra facción del capital financiero, la cuestión no fue tan sencilla. Se vio entrampado entre el compromiso de desgastar al Gobierno y la obligación de garantizar rentabilidad a los grupos que representan. En el último párrafo de una extensa nota a página completa del día 2/11, en donde se describe con minuciosidad los números de los chicos pobres de la Argentina, el escriba Ismael Bermúdez asegura: “Ahora con un creciente déficit fiscal, y con la necesidad de endeudarse en los mercados de créditos privados para cubrir gastos, los indicadores sociales y laborales podrían sufrir un mayor deterioro. El problema sigue estando en la concentración económica y en la matriz productiva, un tema que muy pocos quieren hablar y menos solucionar”. (Clarín, pág. 6).
Días antes, en una cobertura periodística por la perdida de puestos de trabajo en la construcción y en la industria, el monopolio del clarín en la mano –cuyo control pertenece al fondo buitre de inversión Golman Sachs– denunciaría bajo el titulo “El agro, más concentrado” (Clarín, pág. 34, 31/10) el avance de los capitales más poderosos sobre los medianos y pequeños, cuyo saldo fue el cierre de 56.951 establecimientos agrarios, desde el año 2002 hasta mediados de 2008, con la consecuente perdida de trabajo y empobrecimiento.
Sin bien los sectores más concentrados de la economía no logran ponerse de acuerdo en cuáles serán las formas de descargar la crisis mundial sobre los trabajadores, ya han acordados algunos puntos. La plata de los trabajadores será utilizada para garantizar la rentabilidad de los grupos económicos, los listados que mostrarán la crisis no serán nunca los de sus ganancias, los que propongan políticas a favor de los trabajadores serán, en su conjunto, enemigos públicos. Y hasta parecen de acuerdo en quiénes los representarán en las instituciones democráticas.
El Martes a las 18, es la nueva edición de guion del Medio, a las 18 por la GBA, fm102.7. Podes escuchar el programa en vivo por esta pagina. Y no te olvides de ingresar durante la semana para el segundo informe de Noviembre de Construcción de la Información
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